Museo de La Piedra - Colmenar de Oreja, Madrid

Gonzalo C. M.

Un lugar que resulta curioso, pero que comentado por sus dueños adquiere otra dimension. Es curioso que algo tan importante desde el punto de vista turístico y cultural como es la famosa " 'piedra de colmenar' de la que he oído hablar en otros sitios, salga de este pueblo y si los dueños no lo comentan, no te enteras. Lo mismo digo respecto a la fabricación de tinajas. La visita resultó muy agradable y didáctica! Hay que ir para poder poner el pueblo en valor.

Julio C. G. M.

Impresionante museo y magnífica historia sobre su tierra.

Es interesante saber que la Cibeles, Neptuno, el Banco de España están realizados con esta piedra.

El tour con guía se recomienda, es impresionante con el amor y cariño que lo explican.

Tienen una tienda donde comprar productos.

Altamente recomendable su visita.

Antonio M.

El sábado, 4 de mayo de 2024, tuvo lugar en Colmenar de Oreja, Madrid (Spain), la solemne procesión de "llevada" de las imágenes de la Virgen del Pilar y del santísimo Cristo del Humilladero, que partiendo de la iglesia parroquial de Santa María La Mayor, tras rodear las calles más céntricas de la ciudad, transcurre por el bellísimo camino del Cristo para desembocar en la ermita del mismo nombre, lugar donde el resto del año se exhiben las citadas imágenes, para que los fieles puedan visitarlas, rezarlas, y, en su caso, hacer peticiones que al ser concedidas, se satisfacen a través de la realización de las promesas realizadas.
Tengo el gusto de compartir con quien estas humildes líneas lean, la impresionante vista que mostraba el Museo de la piedra de esta ciudad, ubicado muy cerquita de la plaza mayor, al inicio del mencionado camino del Cristo.
Hay que resaltar de manera especial el precioso homenaje que, por parte de la dirección del indicado museo, se dedicó a la imagen del "Moreno" -denominación cariñosa con que los colmenaretes llaman al Cristo del Humilladero-, consistente en el canto por una mujer de una emocionantísima saeta, y en el lanzamiento posterior de cohetes.

paloma F.

Es el Museo mas curioso que haya visto, como te enteras que La Cibeles, Neptuno, el Palacio Real y muchos mas edificios de Madrid están realizados con la piedra de Colmenar de Oreja, todo esto nos lo explicó Narciso Figueroa, el dueño del Museo, y lo hacía con tal amor hacia el mismo, que se emocionaba.
Merece la pena por estar un rato con el, visitando el museo, y que te explique toda la trayectoria del Museo y casi la vida y la historia de Colmenar.
Es recomendable.

APilar

Es un museo privado, al aire libre, 3€/persona. Está dedicado a la piedra, como su nombre indica, a la piedra caliza, material muy usado tanto para construir como para restaurar en el Palacio Real de Madrid, el Alcázar de Toledo,
La Puerta de Alcalá, el Banco de España, el Museo del Prado, la catedral de la Almudena y el Teatro Real, llevan esta piedra. Colmenar de Oreja fue la principal cantera.

Luis G.

Muy interesante museo de piedra, muy buena atención del dueño, nos gustó mucho, repartida en tres plantas con rampa, obras muy interesantes.

Julio D.

📌 Me hubiera gustado poder visitar el Museo pero como estaba cerrado fue imposible.
Se ve interesante por fuera.

Alvaro K.

Fuimos acogidos e inducidos por mi buen amigo Antonio Marqués Haro, y más tarde por la familia Figueroa en el Museo de La Piedra colmenarete. Una experiencia inmejorable que nos produjo una mezcla de admiración y ternura por el coloso construido con poca o ninguna ayuda gracias el empeño de su guía y maximo procer. Muy recomendable.

Resultó un 7 de marzo lluvioso y tras admirar y alabar tinajas, fuentes, piedra noble, hierro en utensilios y cestería con varias utilidades y todo ello atravesando sus procesos artesanos centenarios, caímos en la cuenta del noble oficio de canteras que recubrió suelos de las más vastas obras arquitectónicas en Madrid.

La villa real de Colmenar de Oreja nos agasajó con todo lo que tenia, arte, pintura y escultura, hierro, piedra, agua y agricultura, y para saciar sed y hambre un combinado de sardinas ahumadas de entrada y un desarreglo cárnico de primer nivel, cocinado con esmero y afición y trasegado con vino tinto de una tierra noble y dura pero trabajada con amor y mucho arte.

Fue un día inolvidable y para repetir. No faltaron los comentarios taurinos desde la gran plaza columnada, la media varita de alegria y risas al reencontrar a los amigos, la admiración por el inesperado y magnífico teatro Diéguez y la devoción a sus principales anfitriones la Virgen de la Soledad y el Cristo del Humilladero.